17 julio 2006

Diosa


El céfiro nos mantuvo silenciados
pretendiendo recrear su anatomía,
y rebasábamos las palabras
salvándonos un instante de lo evidente,

los dedos rozaban las eternas guijas,
el deseo trenzaba tu cartografía,
y tu boca,
almeza,
el trazo del doblez de mis pasos.

éramos, si cabe, siempre,
acometiendo la distancia,
y el travieso celo a los labios,
malvas de promesa inocua.

la duda la diluimos
al sabernos, imperfectos,
y encontramos en la sapiencia,
egoísta sabedora del súbito error,
la única verdad que comprendiéramos...

al devenir de los días,
nos besaremos las líneas en las manos.



Verde.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Te quiero infinito...!

17:53  
Anonymous Anónimo said...

Yo quiero seguir amándote, con piel y sin distancia...

18:07  
Anonymous Anónimo said...

Jaja soy una esquimal/a... directamente!

18:25  
Anonymous Anónimo said...

Grandioso verde.

Qué alegría contar con tu arte entre nosotros.

Un abrazo inmenso

18:32  
Anonymous Anónimo said...

Te quiero... :$

16:27  

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