Tardes Tontas
Tengo tardes tontas, mañanas adormecidas
o noches inacabables que no abarcan
de una sola vez el trabajo de esta
obra infinita q es conocerse uno.
Algunas veces se me apelotonan dolores,
rencores, nostalgias, amores
desesperados que no vivieron
expresamente. Fueron eliminados
sutilmente primero, crudamente después.
Imbécil irredento. Iluso irreflexivo.
Los kilómetros de asfalto tragados
en épocas de ordenamiento mental
apenas alcanzan y me salgo de la
península ibérica conduciendo.
La vista puesta lejos
incidiendo en la nada de la distancia,
cerca o lejos q más da?
Ahora escribo y me dejo llevar
sólamente por instantes en que
la cabeza pide un poco de
alivio en su descargo.
Caminar, o navegar con las velas
hinchadas al viento, cual pirata
incesante de taberna y océano,
sobrevolando olas y espumas,
proa al oeste.
Acaso encontrara una isla
abandonada y solitaria
donde dejarse embarrancar,
estuarios acojedores que le reciban
calientes y agradecidos,
una vez al año, cuando el pirata
abandona por un tiempo su
delito y piensa por una sola vez
acabar en los brazos de una mujer.
KakTuS
2 Comments:
Como siempre un placer leerte.
Como siempre una aventura, tierna y con ataduras... ya me entiendes.
Un beso grande y sonoro... grande grande... mua!
Todo esto em alucina, hasta donde podemos llegar
no hay limites...
como tu texto
Publicar un comentario
<< Home