18 julio 2006

CAFETÍN DE BUENOS AIRES.


Uno de los mayores placeres para los sentidos cuando se está cansado de recorrer la ciudad de Buenos Aires es parar a recuperar fuerzas en uno de los maravillosos cafés que se encuentran por toda la ciudad.
El tiempo se detiene,es como si hubieses salido del ascensor del doctor Who(me puede mi frikismo,perdon) y salieses a otro tiempo,que no por pasado,tiene que se mejor,ni peor.Parece que te encontrases en el Buenos Aires de finales del 19 o principios del siglo 20.Las mesas,la decoración,los muebles en generál,siguen siendo los mismos por increible que parezca,en la mayoría de casos.El rumor inconfundible de un cafe,mezcla de conversaciones,chocar de cucharillas en tazas,estas en los platos,la música de fondo,es algo que te envuelve y embriaga
Si echamos a volar la imaginación,podemos pensar en cuantas personas han perdido su inocencia al hacer ese tránsito de la niñez a la adolescencia en esas mesas,el ,( como dice la letra del tango Cafetín de Buenos Aires)primer cigarrillo,etc,etc,las tribulaciones de esas personas llegando a la por entonces tierra de oportunidades y de origen español,italiano,polaco,ruso,etc o el sonido de una quebrada voz ( por los años y la amargura) al son de un bandoneón.En este café en concreto,en La Plaza Dorrego,del barrio de San Telmo,me comí la mejor tarta de queso de mi vida,pero ademas por algo mas de un euro,meriendas,café con leche,zumo de naranja,agua con gas y 3 medias lunas,una especie de mini croissants.Al sentarme alli y pensar todo esto,en mi cabeza sonaba el tango al que hice mención antes y cuya letra reproduciré mas abajo.Inspeccionando el locál,vi esa antigua maquina de café,las cajoneras donde antiguamente se guardaba el cafe,mantequilla,azucar,etc,etc y como comprendereis no pude resistir la tentacíon de llevarmela conmigo.
Un Saludo a todos:
Juan María Cabello.
PD:Recordad que mis fotografías son copyleft,nada de copyrigth,es decir,puedes copiarlas y reproducirlas donde quieras siempre que no las modifiques y hagas referencia a su autor.

Cafetín de Buenos Aires

De chiquilín te miraba de afuera
como esas cosas que nunca se alcanzan
la ñata contra el vidrio
en un azul de frío
que sólo fue después viviendo
igual al mío
como una escuela de todas las cosas
ya de muchacho me diste,entre asombros,
el cigarrillo
la fe en mis sueños
y una esperanza de amor.
Cómo olvidarte en ésta queja
cafetín de Buenos Aires
si sos lo único en la vida
que se pareció a mi vieja.
En tu mezcla milagrosa
de sabiondos y suicidas
yo aprendí filosofía
dados, timba y la poesía
cruel, de no pensar mas en mí.
Me diste en oro un puñado de amigos
que son los mismos que alientan mis horas:
José, el de la quimera
Marcial que aún cree y espera
y el flaco Abel que se nos fue
pero aún me guía.
Sobre tus mesas que nunca preguntan
lloré una tarde el primer desengaño
nací a las penas, bebí mis años...
¡y me entregué sin luchar!

Tanque_72

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Todos tenemos lugares similares en la memoria de nuestra adolescencia. Sitios, como aquel Celler de decoración medieval, donde tomábamos la cerveza en porrón, fumábamos los primeros fortuna y escuchábamos lo último de Supertramp, o nos dábamos un paseo por el lado salvaje con Lou Reed. Lugares, esos bares, donde eramos pandilla, amigos, amantes enamorados de la niña q ni nos miraba, pero con la que soñábamos cada noche... qué lugares!!

16:15  
Anonymous Anónimo said...

desde luego, si yo viera una cafetera así me enamoraria del mismo modo...

e intentaria llevarmela a cualquier precio, sin duda.

como bien dice kaktus, todos hemos pasado por esos lugares...todos los guardamos en el recuerdo...

y ahí seguiran. Un saludo.

16:20  
Anonymous Anónimo said...

La foto tiene el encanto de quien colecciona recuerdos. La sensibilidad del viajero. El texto... precioso.

Un beso chuickkkkkkkkk

16:25  
Anonymous Anónimo said...

le lei anoche pero no firmé :S
muy grande su publicación..
y el sabor de la historia,

salu2

23:49  

Publicar un comentario

<< Home