27 agosto 2006

Anti-Estrellas-Fugaces


Al final del mes de las estrellas fugaces, cuando aun se puede ver alguna que otra rezagada cruzar los cielos donde la ausencia de contaminación lumínica lo permite, navegaba el pirata en su bergantín de velas lacias dejándose arrastrar por la deriva de la corriente del golfo. Miraba al cielo y recordaba que de pequeño, cuando apenas era un grumete en el galeón del viejo Barbanegra, un viejo desdentado, desertor de la marina inglesa, le decía en un susurro que cada vez que viera una de esas, se acordara de pedir un deseo, pero debía se hacerlo en silencio porque si lo contaba, se rompía la magia.

Lo cierto es que jamás funcionó, los deseos jamás eran ideas abstractas, sino cosas concretas, sucesos específicos, que desde grumete hasta la última derrota, deseaba intensamente a la vista de una de esas fugaces líneas de luz. Y no perdía ocasión, siempre en la misma época del año, de observar el oscuro cielo de las noches sin luna, en busca de esos deseos, en busca de esa fortuna.

Cuando tras la última derrota comprendió que sucedía siempre precisamente lo contrario de lo que deseaba, decidió evitar pensar en nada cuando viera una fugaz, no fuera a gafarlo, como parecía haber sucedido hasta esa última ocasión, en la que el deseo no fue atrapar una goleta inglesa, ni conquistar una isla cerca de Sicilia, ni que el plano que compró a peso de oro en la taberna de Tortuga, condujera realmente al tesoro de isla Silencio. No. El último deseo que gafó mirando estrellas fugaces, fue que la cantinera de la taberna que le acompañaba esa última vez, se enrolara en su barco para buscar juntos ese tesoro perdido. Por supuesto, al despertar, la cantinera ya no estaba a su lado.

KakTuS



1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Por eso son llamadas estrellas fugaces, pasan cada cierto tiempo y son difíciles de mirar en una noche sin luna, sólo cuando les pones atención y te percatas que está pasando por tu lado. Si ésta vez pides ese deseo..segura te lo concede.
:o)

06:12  

Publicar un comentario

<< Home