EL SENTIDO TRISTE

BÁmbolo balanceo o cuando segundos arrepentidos se revolvieron insuficientes
en bastardas normalidades
cuando te cantaba canciones tristes y todo seguía igual y nuestros interiores
clamaban por puntos de inflexión, y pasión recóndita, rebuscada incógnita de
algo tan sutil como la sencillez, de que trataba todo, de que facil era acercarnos
pero lo "tan difícil que fue" y sera revolotearnos dientes de león
en miradas que no se ven, sino que se leen
o cuando lágrimas deconstruidas creaban remordidas sogas al cuello y pesimismo, existencial el existir, elixir procesado, desplazado de modas y chicas guapas solo
porque en belleza desentendida tu tratabas, te mojabas en ese lluvia prístina de la condena , de dos y ambos, de miedo y entretanto, de "senso" y
pretendo, encubiertas metáforas, ganas de ilusión y rémora perdida,
desentendida pulcritud

Nos comportábamos, sonábamos, halábamos, pero siempre deseando tocarnos,
quizás no de forma primaria sino cerebral, mirándonos, atravesándonos los
sentidos de medidas desmedidas que se salen de la tabla
Rompiendo cánones, soledad que no asusta ya, duele, sin demora, otrora relámpago de necesidad, ahora llanto de felicidad

Me entretengo caminando calles, teniendo a compañeras como verja, ventana, fachada, tubería o puerta,
que dicen tanto pero apesadumbran el alma, y las calles,
llenas pero tan vacías de matices, que creare para ti, niña,
pústula del placer arribado, desconsolado, brutalizado por sensaciones vacuas,
por caminatas exhaustas, trémulas,
que apagan latidos, que ahorcan sentidos,
que desgarran corazones cosidos con mimo,
con la misma inercia con que te quiero y me es fácil quererte

Obstáculos inertes, basureros del alma inexistentes, pertinentes honestidades, oportunos momentos en que te digo aquello a lo que no puedes responder
y esbozas una sonrisilla y me sugieres quererte

Y te necesito tanto que me da miedo amarte (tanto), quizá al final de ese,
tu camino, hay un cruce de raíles y transportemos lo imposible en vagones
oxidados, y al menos, sea plausible el viaje, centro de mis ojos, crepúsculo terremoto
que hace vibrar la vitalidad, quedando, restando,
como almohadas de lava de acogedor manto,
solivianto, ojos rasados, amianto,
por lo tanto me arrojo, sin espanto, como el manco de Lepanto que ya soy,
derribado orgánicamente pero no mentalmente



Positivamente te pienso, te anhelo, te acaricio entre llantos...




Jon Flamingos