LOS HIJOS DE TIM BURTON
Raquel dijo, "parecéis los hijos de Tim Burton"
Aquellos por lo que eran llamados fulgor, precipitación oscura, llevaban ropajes negros,
ya saben, protectores del reflejo que no es mas que luz intercambiando papeles con lo acromático
sintomático dolor de ambiente enrarecido, querubines cabellos, simpatía demostrada
dictadores hablando por la tele, títeres tras ellos, sentimiento mortuorio apenado atrincherado en camas y decrepitud
Los hijos de tim burton observaban la noche, con tal facilidad que no pasmaba, devastaba
comprendiendo todo, haciendo fácil los puntos muertos, observando lastimas del populacho mayor
retando a pústulas, criticando amargo, como las pelis del director californiano
también sabían esperar en la consulta del medico, macula, impoluta,
baldosas ambicolor y poligonales expresionismos alemanes de alma y bolas de billar de numero 8 desaturadas de color
Correteaban también, cual niños de suburbia, acudían a los consejos de madame Blanche,
bruja consumada en el carnaval de Nueva Orleans
voodoo, hoodoo y alfileres de granito que hacían algo mas que atravesar fisicidades,
no eran maldades tampoco en si, mas bien pequeños pedazos de retales de vidas oscuras, espectrales,
torturadas pero siempre con un regustillo brillante, resplandor reflejo, apagón chispeante
Los hijos de tim burton no iban de jinetes de un apocalipsis emulado, no no
los hijos de tim burton tenían claro el sentimiento global de oscurecer
mediante el amor procesado, dedicación exhausta a contraluces, desplazados
negrísimo romanticismo abarrocado, victoriano
Mas que cortinas, mas que subversivos llantos
mas que pasión escondida, mas que monstruos defenestrados,
la masa una vez no estuvo de acuerdo y persiguiendo sueños acabaron todos,
abrasados en su propia ignominia, atravesados el alma, despertaron en los senderos de la tristura oscura
caminaron, asombraron (se) del partenon áureo retorcido, y descansaron sobre las escaleras titanias
que depositaban hojas muertas y espinas recortadas
hacia mucho viento, los fenómenos climatológicos paranormales presenciaban
cuanta intensidad congelada era depositada
cuantas ganas, cuantos traumas, cuantas, tantas tramas, risas entrecortados,
cuanta adoración de sentirse ángel caído
cual, como, cuanto sentimiento, otrora tormento
Nadie ya era decadente, ni ente, ni presente, sencillamente enseñaron a
explotar la vida interior
ahora los seres se sensacionaban el ambiente
Interior
Amor
amor
amor
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